Por aquel entonces usaba Dreamweaver y solía montarlo en local y hacerme con algún dominio free para verlo online. Afortunadamente, esa precariedad la he dejado atrás y, a lo largo de los años, he tenido la suerte de participar en grandes proyectos, en grandes compañías, y con grandes equipos, donde mi trabajo ha sido clave para el buen desarrollo de la globalidad del trabajo.
A día de hoy han cambiado mucho las cosas, no sólo por los recursos con los que cuento, sino por las necesidades de los clientes, las expectativas del público final y, sobre todo, por las herramientas de las que disponemos. En la actualidad, son millones las herramientas que, conectandolas entre sí, pueden hacer que como por arte de magia tengas en una tarde un e-commerce funcionando. Una maravilla.
Ya tenemos asumido que nos encontramos en la cuarta revolución y que esto se traduce en la gran fugacidad en la que vivimos, este hecho nos empuja a la necesidad de inmediatez, convirtiéndose en un must en cada desarrollo y cada acción que ponemos en marcha, marcando el ritmo de la generación de nuevos negocios digitales o la transformación digital de tantos otros. Cada vez la demanda es mayor y los tiempos de producción se ven reducidos y nos vemos abocados a responder a esta inmediatez o morir, así de sencillo.
Si conjugamos fugacidad e inmediatez, el propio mercado crea mecanismos para que los proyectos se puedan desarrollar a tiempo y de manera rentable, ya que no tendría sentido contratar grandes equipos, para grandes proyectos, con grandes inversiones que cada vez van a caducar antes.
Por eso nace el No-Code. Una filosofía que trasciende los métodos de trabajo y que se basa en la colaboración, el conocimiento colectivo para ser más rentables y eficientes.
¿En qué consiste el movimiento No-Code?
Se trata de una serie de plataformas que, combinadas entre sí, pueden satisfacer cualquier necesidad de desarrollo de software, de manera modular y escalable, consiguiendo flujos de información a partir de componentes ya creados, que pueden cumplir cualquier requerimiento que tengamos. Todo ello con la ventaja de que se presentan de forma muy visual y permiten automatizar numerosas acciones.
De esta forma, no es necesario programar desde 0 para crear apps, bots, páginas web o incluso CRMs. Solo debemos elegir las plataformas indicadas, combinarlas entre sí, y obtener el producto final que necesitamos.
A través de cuidados interfaces podemos montar los módulos que necesitamos pudiendo saber, en tiempo real, si la combinación que estás realizando funciona correctamente y reúne los requisitos que deseas.
Pero, ¿esto significa la muerte de los programadores en un futuro cercano? Para nada, de hecho la programación es la base de cualquier herramienta y es necesario seguir programando para que el ecosistema No-Code siga creciendo. Para entender el movimiento No-Code hay que saber algunas cosas, como que es una automatización, un sistema drag and drop, lo que hace un software o lo que puedes crear con código…con este párrafo sólo pretendo salvar mi vida.
Ventajas del No-Code
Por todo ello, el No-Code cuenta con numerosas ventajas que lo convierten en una opción muy competitiva
- Rapidez – Nos permite agilizar los tiempos, no partimos de cero, sino que empezamos a andar con parte del trabajo hecho.
- Testado – No solo partimos con parte del trabajo hecho, sino que está testado. Esto es una ventaja competitiva, ya que en muchas ocasiones, gran parte del tiempo de desarrollo se invierte en testeos y corrección de errores.
- Abaratamiento de costes – Un desarrollo a medida desde 0 puede multiplicar por 3 o por 4 los costes de un desarrollo No-Code. Sin duda, esta es una de las mayores ventajas de esta filosofía.
- Alta personalización – Las ventajas antes descritas no van en detrimento del nivel de personalización que permite el No-Code. Estas plataformas se adaptan a los proyectos con altísimos niveles de personalización.
- Integración de plataformas de terceros: – Es posible la integración con miles de plataformas, lo que ayuda a lograr una altísima conectividad.
Cierto es que con WordPress o Shopify se agiliza la creación de un site pero el movimiento No-Code se sitúa en otro plano con herramientas como Airtable, Webflow, Zapier o Notion.
No seamos radicales: también existe el Low Code
El Low Code también existe. No es difícil entender que a diferencia de No-Code -que permite que casi sin conocimientos profundos de programación y guiándonos por interfaces muy visuales, podamos crear desarrollos muy potentes- el Low-Code requiera unos conocimientos algo más elevados de programación y sea necesario programar algunas de sus partes, es decir, nos ahorramos líneas de código, pero alguna necesitamos.
En Be Now somos expertos en Transformación Digital, asesoramos a las compañías en el proceso de modificación de procesos y metodologías de trabajo (comunicación y almacenaje de datos) y, por ello, debemos poner a disposición de nuestros clientes la opción más rentable y eficaz. Si el No-Code es una opción viable para un proyecto, lo pondremos sobre la mesa, aunque los presupuestos se reduzcan a un tercio… quizás por eso debas llamarnos.